Antes de que los mayas se radicaran en alguna regiones de América Central, existían ahí pueblos originarios, como los otomíes y otoncas; quienes habían ocupado el territorio en migraciones anteriores.
Los mayas, como otros pueblos que habitaron México y la región de América Central, provenían de América del Norte, después de haber pasado décadas vagando por América Central, los mayas se establecieron en la Península de Yucatán y en sus zonas cercanas, alrededor del año 900 a. C.
Este, suele ser considerado como el origen de los mayas; aunque aun hoy en día existen debates académicos al respecto de la naturaleza del origen de esta cultura.
La producción del maíz y la influencia de los olmecas fueron muy importantes para su desarrollo. De ahí que se basaran en estos aspectos y en adelantos tecnológicos de las culturas que les habían precedido.
El área ocupada por los mayas puede ser dividida en dos regiones. La de las tierras altas (área cubierta hoy por El Salvador y Guatemala) estaba orientada hacia el Pacífico y, a pesar de tener buenas condiciones naturales, no tuvo mucha importancia para la construcción de la civilización maya.
Es común dividir el proceso de construcción de la civilización maya en una primera fase (317-987) y una segunda fase (987-1697). En la última fase, se presentó el abandono de un buen número de ciudades mayas; por razones hasta ahora desconocidas.
La primera fase se habría iniciado en el 317 d. C. Esta fecha, en la realidad, tiene como referencia el más antiguo objeto maya encontrado hasta hoy.
Se sabe que esta civilización ya existía antes de 317, pero no se dispone aún de información precisa respecto a dicho período; por lo que el pasado y origen certero de los mayas es, aun hoy en día, un tanto confuso.