El sistema de numeración adoptado por la civilización prehispánica de los mayas es un sistema de numeración vigesimal; es decir, que tiene base veinte. El origen de esta base de cuenta es el número de dedos sumando los dedos de las manos y de los pies.
Esto, en contraposición al sistema numérico empleado en la actualidad, que corresponde a un sistema de numeración decimal.
Los números son representados por símbolos compuestos por puntos y barras, siendo el cero la única excepción por ser representado por un dibujo de una concha. Por ejemplo, el número doce es escrito con dos puntos en horizontal sobre dos barras también horizontales.
Los números superiores a los diecinueve eran escritos en vertical siguiendo potencias de veinte en notación posicional.
Por ejemplo, el número treinta y tres es escrito como un punto seguido poco abajo por tres puntos horizontales sobre dos barras que representan una veintena y trece unidades. De hecho 20 + 13 = 33 usando el sistema decimal.
Una curiosidad de la numeración maya es que esta cultura ya contaba con la noción de valor nulo o cero, mucho antes que las culturar europeas que arribaron al continente americano.
Esta noción, posteriormente, sería descrita por los primeros monjes cristianos que viajaron por las regiones mayas.
La numeración y el calendario en la cultura maya
El sistema de conteo vigesimal también influyó en el calendario maya, siendo el cierre de un período de veinte años, un momento parecido con el cierre de una década para nosotros.
Algunos calendarios usaban un sistema modificado de cuenta donde la tercera casa vigesimal no tenía múltiples de 20 × 20, pero sí de 18 × 20 porque así era posible una cuenta aproximada de la duración en días del año solar dado que 18 x 20 = 360.